Tu estabas ahí, ¡parecías tan cercana!
pero también, a la vez, totalmente lejana.
La absurda unión, incongruente,
de lo real y del sueño de mi mente.
Han pasado los años y la vida
El camino que se esperaba largo,
fue corto y las horas vividas
dejan un pequeño sabor amargo.
Mis canas marcan mi tiempo
y miles de arrugas en mi piel;
mil recuerdos en mi pensamiento,
y muchos sueños mios sin cumplir
La profunda mirada de tus ojos
¿qué querían expresar?
Tus bellos labios rojos
¿por qué se negaban a hablar?
Proyectabas sólo misterio,
y el misterio te envolvía.
Tu escudo era el misterio
y el misterio definía
tu figura y tu belleza.
Sin duda, el misterio es tu fuerza.
¡ Cuantos sueños inútiles ya lejanos!
Tu mirada siempre me inquietaba;
y ahora dentro de mi alma enamorada
siento tu aliento y tu cuerpo cercano
y la imagen tantas veces soñada,
y del bello misterio, la luz, apagada
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