Libertad o libertinaje.

 ¿Cuándo el derecho de unos es más
  importante que el de otros?     

Hace ya unos cuantos años en noviembre del 2010, el entonces presidente de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no dudo en utilizar al ejercito para solucionar una huelga de los Controladores aéreos Españoles. Ayer Alfredo Pérez Rubalcaba se vio obligado a suspender una conferencia sobre "química y política" en la universidad  de Granada. Sesenta personas, por una "buena causa", consiguieron que quinientas se quedaran sin conferencia. Durante el mes pasado vimos como Madrid se ensuciaba sin remedio por una huelga de barrenderos, ayudando con su actitud a que la situación empeorara.

Lo peor es que no puedo dar una solución al problema pero planteo una duda, si los empleados de banca en España comenzaran una huelga el 23 de noviembre de forma ininterrumpida y por la misma, funcionarios, jubilados, y empleados de las grandes empresas no pudieran sacar su dinero durante, pongamos dos meses, no afectaría sólo a ellos: la pequeña empresa tampoco tendría ingresos. ¿Y si todos los autónomos decidieran no ingresar su cuota a la Seguridad Social, ingresándola en una cuenta ajena hasta que sus derechos se equiparen a los de todos los residentes en España? El país quebraría sin solución. ¿Serían justas esas huelgas? Cada huelga es un fracaso de quienes las promueven, siendo responsables patronal y sindicatos que deberían pagar su fracaso y no el resto de la sociedad.

Editado por: José Antonio Caride Vázquez.