martes, marzo 10, 2015
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INTERCONEXIONES

Dos noticias han merecido simultáneamente el interés de las primeras planas de la mayoría de los rotativos españoles y en general de todos los medios de comunicación social. Una era la conexión entre Francia y España para el trasporte de gas a través de los Pirineos y la otra la inundación de las riveras del Ebro desde Navarra a la desembocadura en Tortosa.


Es de agradecer el esfuerzo para que no solo las distintas regiones de España puedan cubrir sus necesidades de gas, tanto  el que se produce en Cartagena como el que se recibe de Argelia, sino que por los contactos internacionales se pueda ayudar a que ese suministro no falte en ningún sitio del sur de Europa. España, por su envidiable situación Geográfica, puede colaborar a paliar los problemas que puedan surgir por la situación política de Ucrania.

Con verdadera envidia comparo ese importante paso dado los políticos con la torpeza, lentitud e, incluso, mala intención con el que se aborda el problema del agua en nuestra patria. El estúpido egoísmo de los políticos regionales, la estulticia de los diversos gobiernos y la necedad e ignorancia de las asociaciones ecologistas son responsables de las inmensas pérdidas que año tras año produce el Ebro, mientras que impiden el aprovechamiento de esa masa de agua que podría ser bendición en otros lugares. 

Está más que claro, que aunque el agua no sobra, hay la necesaria como para que las regiones deficitarias pudiesen resolver sus problemas hídricos. Concretamente con una parte pequeña del agua que se va a ir al mar, Murcia podría tener resuelto no solo los regadíos que tiene sino aumentarlos, incrementado la riqueza regional y por tanto la española. Además esas obras es posible que pudieran hacerse, simplemente, con el ahorro de las millonarias indemnizaciones al que el estado (bueno, todos los españoles) y las empresas de seguros están obligados a pagar por no haber desarrollado el plan hidrológico nacional.

¿No se avergonzarán los políticos por su torpeza? ¿No se abochornarán lo ecologistas por su tozudez? 

Murcia 1919
En Murcia, durante toda la vida raro era el año que no había, por lo menos, una inundación. Hasta los años setenta del siglo pasado así sucedía. Pero cuando se completó la regularización de la cuenca iniciada durante la dictadura de Primo de Rivera y terminada con la inauguración del pantano del Cenajo por Francisco Franco se terminaron las inundaciones. Es cierto que en nuestra provincia aún tenemos sin solucionar el cauce de la rambla de Nogalte y que produce las inundaciones de Puerto Lumbreras, pero ¿habrá el menor interés en resolverlo? Los problemas hidráulicos son cosas de franquistas. Los demócratas debemos de dejar las cosas como están: Donde haga frío, que se pongan abrigo. Si llueve que usen gabardina y si no, que pasen sed o vayan a vivir donde les guste. Hemos de ser respetuosos con la naturaleza que es muy sabia… desde luego ¡¡más que ellos!!

Necios estúpidos que terminarán ardiendo en los infiernos. O así lo espero.


José Antonio Caride de Liñán.

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